Las autoridades refuerzan las medidas para mejorar la seguridad vial en las carreteras
En el año 2017 perdieron la vida en las carreteras de la Unión Europea un total de 25.300 personas, un 2% menos que el año anterior, según los datos hechos públicos por la Comisión Europea hace unos días. Esta cifra supone, además, un 20% menos de muertes que en el año 2010, una evolución descendente bastante alentadora, aunque lejos aún del objetivo planteado por las autoridades europeas de reducir a la mitad esa cifra, entre 2010 y 2020. Por este motivo, responsables en la materia abogan por reforzar las medidas dirigidas a mejorar la seguridad vial a todos los niveles: vehículos, infraestructuras y conductores.
Mientras que las autoridades nacionales y locales se encargan de la mayoría de las acciones cotidianas, como hacer cumplir la normativa y concienciar a los ciudadanos, la Comisión Europea trabaja actualmente en un nuevo marco de seguridad vial para 2020-2030, junto con una serie de medidas concretas que contribuyan a la mejora de la seguridad de nuestras carreteras. Entre ellas podría incluirse una revisión de la normativa europea sobre seguridad de los vehículos y sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras, así como una iniciativa para la transición segura hacia la movilidad cooperativa, conectada y autónoma. Aunque los cambios se irán comunicando durante las próximas semanas, algunos se hicieron ya públicos el pasado año en el Informe de la Comisión de Transporte y Turismo.
Sistemas de asistencia a la conducción relevantes para la seguridad
El vehículo es un elemento esencial para la seguridad en las carreteras. Las estadísticas reflejan que el 45% de las muertes en accidentes de tráfico corresponde a los ocupantes de los vehículos, a lo que hay que añadir otro dato: aproximadamente el 95% de todos los accidentes tiene su causa en errores humanos, como la incapacitación para conducir, el estrés, los errores de apreciación y las distracciones. Todo ello lleva a la conclusión de que es necesario introducir, con carácter de urgencia, la obligación legal de instalar sistemas de asistencia a la conducción relevantes para los sistemas de seguridad.
Equipar los vehículos con sistemas robóticos que ayuden a los conductores a reaccionar en situaciones peligrosas podría salvar vidas. Se trata de mecanismos inteligentes de frenado, asistentes de velocidad que detectan a los peatones y ciclistas y ralentizan automáticamente el automóvil para evitar una colisión y ayudan a los conductores a no sobrepasar los límites legales de velocidad, o bien de sistemas de alerta con pitidos o de redirección de un automóvil cuando se sale de su carril. Estos dispositivos ya existen en algunos modelos, pero solo representan una cuarta parte de los vehículos en el mercado. Otras tres cuartas partes de los automóviles nuevos aún no están equipados con ninguno de estos mecanismos, ya que encarecen los costes de producción y el precio final al cliente. Aun así, los eurodiputados del Congreso, han propuesto su obligatoriedad en todos los modelos de vehículos.
Tampoco hay que olvidar un factor de gran relevancia para la seguridad como son las infraestructuras, donde la Comisión asegura que deben tenerse en cuenta, ante todo, los intereses de los usuarios más vulnerables, como peatones y ciclistas, que sufren el 43% de los accidentes mortales. Por tanto, la eficacia de los sistemas de asistencia al conductor está supeditada a la disposición de unas infraestructuras bien construidas y mantenidas.
Algunos de los sistemas de seguridad más eficaces
Son varios los sistemas de asistencia que cada vez más vehículos están implantando. Tal y como recoge Euro NCAP, estos son algunos de ellos:
- Sistemas de precolisión: pueden predecir cuándo va a ocurrir un accidente y, en apenas una fracción de segundo, preparar el vehículo y a sus ocupantes para la colisión, ajustando cinturones de seguridad, fijando la posición de los asientos para optimizar el rendimiento del airbag, cerrando las ventanillas pata evitar que los ocupantes salgan despedidos, etc.
- Sistemas de asistencia de cambio de carril: avisan cuando un conductor abandona, de forma involuntaria, el carril o realiza un cambio sin señalizarlo. También existen sistemas de permanencia, que desplazan al vehículo para que regrese al carril.
- Sistemas de alerta de velocidad (ISA): son sistemas que ayudan al conductor a mantenerse dentro de los límites de velocidad recomendados. Avisan cuando, por cansancio o distracción, superan la velocidad máxima permitida, cuando no han visualizado una señal de cambio en el límite de velocidad, etc.
- Sistemas de control de punto ciego: ayudan a controlar el punto ciego que se produce en los espejos retrovisores, permitiendo que cambien de carril de manera segura. Ya sea a través de cámaras o de radares, los sistemas controlan esas zonas y avisan al conductor de la aproximación de un vehículo. La Comisión Europea considera que este tipo de sistemas debe ser obligatorio, especialmente, en el caso de vehículos pesados.
- Sistemas de frenado de emergencia: ayudan a evitar colisiones cuando se frena demasiado tarde o cuando los frenos no se accionan con suficiente fuerza. Su funcionamiento suele ser, primero mediante un aviso sonoro y, posteriormente, si detectan una posible colisión, accionando un frenado autónomo.
- Sistemas de alerta por pérdida de atención: avisan a los conductores para evitar que se queden dormidos durante la conducción.
- Sistemas de mejora de visibilidad: por ejemplo, mediante faros adaptativos que son capaces de orientar el haz de luz durante la conducción nocturna para proporcionar al conductor una mejor visibilidad.
eCall, obligatorio desde el 31 de marzo
Además de esos sistemas de seguridad activa, centrados en el frenado, la dirección, la iluminación, etc., existen otros sistemas de seguridad pasiva, cuya obligatoriedad también podría contribuir a reducir el número de muertes, como los sistemas de control de presión de los neumáticos o los de alerta para los cinturones de seguridad de los asientos traseros.
La última incorporación a este conjunto de medidas pasivas es el llamado eCall, obligatorio para todos los vehículos comercializados a partir del 31 de marzo de este año, y con previsión de que se pueda convertir en obligatorio también en las motocicletas.
Este dispositivo funciona a través de unos sensores instalados a bordo del vehículo, que reconocen que se ha producido un accidente, activando una llamada automática de emergencia al 112. El propio conductor puede pulsar manualmente aunque, en caso de accidente grave, se hace de manera automática. Esa llamada es reconocida por los cuerpos de emergencia como prioritaria y los operadores reciben un mensaje con información útil para iniciar la respuesta (marca y modelo del vehículo, localización mediante coordenadas GPS, etc.), lo que permite movilizar los recursos necesarios para atender a las personas implicadas.
Se estima que el eCall tiene el potencial de salvar 2.500 vidas al año en Europa cuando esté introducido en todos los vehículos, así como reducir la gravedad de las secuelas en los heridos por accidentes de tráfico entre un 10 y un 15%.
Mantenimiento e inspecciones obligatorias, también fundamentales
Además de todos estos sistemas, recordemos que el correcto mantenimiento del vehículo es fundamental para incrementar la seguridad del mismo. Estar al día de las revisiones recomendadas, pasar las inspecciones técnicas obligatorias (ITV) en fecha y no retrasar la reparación de averías implicadas en la conducción segura deben ser las prioridades de cualquier conductor.
La falta de tiempo para realizar estos trámites no es una excusa. CYSDA pone a disposición de todos los conductores su servicio Rapid Service Drivers, a través del cual, uno de nuestros conductores se encarga de llevar a cabo estas gestiones, desde el traslado del coche a la estación de ITV o al taller, así como cualquier otra gestión relacionada con el mantenimiento del vehículo, ya sea a particulares o a empresas.
¿Quiere conocer mejor el funcionamiento de este servicio?