Agenda Sectorial de la Industria de Automoción: “20 medidas para 2020”
El Ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, presentaba hace unas semanas la Agenda Sectorial de la Industria de Automoción, un documento fruto de la colaboración público-privada, elaborado por ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), SERNAUTO (Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción) y KPMG en España, con la colaboración del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. La Agenda propone “20 medidas para 2020” dirigidas a encauzar la industria del futuro a través del incremento de la competitividad.
Las medidas están contempladas dentro de 7 líneas de acción prioritarias para la industria de automoción: productividad y flexibilidad; logística; fiscalidad y financiación; I+D+i; capital humano; internacionalización y regulación. Su consecución tendría un impacto real y cuantificable sobre la economía española.
Según Luis de Guindos, “el futuro de nuestra economía y de la industria española de automoción seguirán íntimamente ligados en los próximos años, del mismo modo que lo han estado en las últimas décadas de nuestra reciente historia. Así, el éxito de una no podrá darse sin el éxito de la otra”. El Ministro aseguró, además, que está en proceso de elaboración un Marco Estratégico de la Industria que incluye 18 agendas sectoriales, la primera de las cuales es la de Automoción, por ser un “sector estratégico”.
Antonio Cobo, Presidente de ANFAC, expresó su deseo de que “esta Agenda Sectorial de la Automoción ayude a que nuestra industria siga creciendo vigorosamente, como hasta ahora, y continúe siendo un motor de otras industrias, para así poder tener un mercado laboral más dinámico y una industria más competitiva que genere mayor riqueza para nuestro país. Es imprescindible para las empresas de automoción que el entorno regulatorio, fiscal, de I+D+I, etc. colabore y aporte valor para poder enfrentar los tremendos desafíos a los que nos enfrentamos en nuestro sector”.
Por su parte, María Helena Antolín, Presidenta de SERNAUTO, afirmó que la Agenda es una hoja de ruta que permitirá dotar al sector de automoción y a sus empresas de unas palancas para el fomento de su competitividad y para seguir siendo la bandera industrial del país. “Gracias al trabajo realizado en el sector en los últimos años, nos hemos convertido en un referente mundial en la industria de automoción. Somos un sector altamente competitivo, motor de la economía de España”, manifestó.
Por último, Hilario Albarracín, Presidente de KPMG, afirmó que, “como refleja este informe, la automoción es una industria estratégica clave para el presente y el futuro de la economía española. La competitividad futura se basa en el equilibrio entre la proximidad local y la capacidad global, la diferenciación tecnológica y la innovación. La carrera de la industria de automoción hacia la movilidad sostenible, eficiente y segura es ya una realidad. De ahí que, como se pone de manifiesto en esta Agenda, debamos seguir impulsando nuestra industria para seguir siendo líderes mundiales”.
Industria de automoción, un sector estratégico
Tal y como recoge el informe, la industria de automoción es estratégica para la economía española y para el empleo, por su representatividad y por su contribución a la balanza comercial, como reflejan algunos datos:
- En el año 2016, España ostentó la segunda posición como productor de vehículos de turismo a nivel europeo, y octavo a nivel mundial.
- La estructura de la industria española de automoción está compuesta por por 9 productores de vehículos líderes mundiales, con 17 plantas, y más de un millar de empresas de componentes.
- La industria de automoción supone casi un 10% del VAB (Valor Añadido Bruto) industrial español, y ha registrado un crecimiento constante desde el año 2012.
- En 2016 se produjeron más de 2,8 millones de vehículos, tras tres años de crecimiento constante.
- El año pasado se exportaron 2,4 millones de vehículos, el 20% de ellos a terceros países.
20 medidas para el año 2020
A pesar de estas cifras tan positivas, es necesario que el sector afronte una serie de retos para continuar mejorando e incrementando su competitividad. Así, el informe recoge seis objetivos estratégicos que incluyen aumentar en valor, invertir para crear empleo, incrementar capacidades, reactivar el mercado, innovar para diferenciarse y exportar para continuar creciendo. Y estos objetivos se vinculan a una hoja de ruta que contempla 20 medidas, vertebradas en siete líneas de acción estratégica, como comentábamos al principio. Esta hoja de ruta marcará el camino para producir más de 3 millones de vehículos, mejorar los factores de competitividad y crear, de manera definitiva, un entorno favorable para la innovación.
Las siete líneas de acción estratégica que contempla el informe son las siguientes:
- Productividad y flexibilidad: el objetivo es generar economías de escala y llevar a cabo cambios en el modelo productivo para mejorar la flexibilidad laboral.
- Logística: avanzar en la mejora de la eficiencia del transporte y plantear una armonización con Europa.
- Fiscalidad y financiación: lograr un mejor modelo fiscal, así como mayores facilidades de acceso a la financiación.
- I+D+i: aumentar la capacidad empresarial y mejorar la coordinación y efectividad de los planes de innovación.
- Capital Humano: es necesario retener el talento y disponer de una formación adaptada a las necesidades reales.
- Internacionalización: hay que aumentar las capacidades globales y suprimir las barreras de comercio exterior.
- Regulación: el objetivo es armonizar la regulación y construir un marco que fomente el desarrollo del futuro del automóvil.
Y las 20 medidas concretas para 2020 serían estas:
- Intensificar la productividad a través de la inversión en la mejora continua de los procesos productivos y productos, basados en las mejoras tecnológicas disponibles, como vía ideal de diferenciación de la industria española de automoción.
- Garantizar un coste energético competitivo, sostenible y previsible.
- Estimular el mercado laboral para el desarrollo social.
- Apoyar las medidas que incrementan la flexibilidad laboral y que garantizar el diálogo social en la empresa como eje de las relaciones laborales.
- Reducir los costes estructurales asociados al transporte.
- Impulsar la intermodalidad y la creación de un sistema integral de infraestructuras de transporte.
- Estimular la demanda para generar un efecto multiplicador sobre la economía.
- Fomentar las alternativas de financiación no convencional para promover la rentabilidad económica.
- Impulsar un modelo fiscal que fomente la competitividad y la igualdad de oportunidades.
- Incrementar la eficiencia de las inversiones en I+D+i de las empresas de la industria de automoción.
- Reestructuración del ecosistema de innovación en torno a la industria de automoción, orientándolo más al mercado y fomentando la digitalización de la industria.
- Impulsar la inversión en formación y capacitación para el aumento de la productividad y de la adaptación tecnológica de la industria española del automóvil.
- Buscar mayores retornos de la Administración por las inversiones en formación y capacitación realizadas por las empresas, sí como una mayor adecuación de las titulaciones y los contratos formativos a las necesidades reales de las empresas para retener el capital humano de alto valor.
- Promocionar la inserción laboral en la industria.
- Apoyar la internacionalización y la diversificación de mercados de la industria española de automoción.
- Promocionar el comercio internacional.
- Vigilar el mercado en el control de importaciones y defensa de nuestros productos.
- Reforzar el marco regulatorio y garantizar la unidad de mercado.
- Favorecer el desarrollo de una regulación inteligente que posicione a la industria de automoción como referencia , sin poner en riesgo su competitividad.
- Mejorar la coordinación y colaboración a lo largo de toda la cadena de valor, creando estructuras y herramientas para seguimiento de la política industrial del automóvil.
De la puesta en marcha efectiva de estas medidas dependerá la mejora de la posición competitiva de España en el contexto europeo, donde actualmente ocupa la segunda posición en fabricación de vehículos, solo superada por Alemania. Pero no solo eso, sino que excedería su influencia sectorial y redundaría en un impacto generalizado sobre toda la economía española. Desde el punto de vista de la magnitud macro fundamental, el PIB, la actividad a pleno rendimiento de las plantas españolas de vehículos y de componentes para la automoción provocaría un efecto impulsor en todo el tejido económico estimado en más del 1% de crecimiento, propiciando una recuperación más rápida de la que ahora se está produciendo, tal y como segura el informe de KPMG.
Con ello se lograría, además, no solo mantener el empleo existente en el sector (279.000 directos) sino incrementarlo hasta en 80.000 empleos más, según las previsiones, tanto en plantilla directa ligada a las empresas fabricantes de vehículos y componentes, como empleos indirectos en sectores involucrados (fabricantes de materias primas, proveedores de servicios de transporte, logísticos y auxiliares, financieras y otros servicios asociados a la comercialización y la post-venta).