Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios) celebró el pasado día 21 de noviembre en Madrid su II Convención del Motor, bajo el título “La onda expansiva de la nueva movilidad”. De la mano de los dos máximos exponentes de la tecnología actual, como son Google y Microsoft, el evento analizó cómo debe la distribución de automóviles encarar la transición que vive el sector automovilístico hoy día, con el objetivo de salir fortalecida.
La conectividad ya ha sido definida como la cuarta revolución industrial. El big data y el Internet de las cosas está transformando toda nuestra sociedad. En el caso del sector de automoción, estamos viendo cómo cambia la manera en la que se utilizan los coches, pero también el modo en que se compran y se venden. La influencia es tal que tanto el coche como el concesionario del futuro tendrán que adaptarse a estas tecnologías para dar respuesta a las demandas de los usuarios.
Así lo constató Tomás Herrera Ricoy, Director General de Ganvam, en la presentación de la Jornada, al asegurar que “el big data y el vehículo autónomo son ya una realidad”. No hablamos, por tanto, de una tecnología a largo plazo sino algo que está aquí y ahora y ante lo que la distribución no puede cerrar los ojos.
En esos mismos términos se expresó Jaime Moreno, Subdirector General de Gestión de la Movilidad de la Dirección General de Tráfico, en esta II Convención del Motor, quien mostró el compromiso de su entidad para actuar como una plataforma neutral de información sobre seguridad vial. Así, analizó el proyecto DGT 3.0, una iniciativa pionera, basada en el Internet de las cosas, con un objetivo fundamental: lograr el desplazamiento inteligente por carretera para alcanzar el objetivo de Visión Cero: 0 fallecidos, 0 lesionados, 0 congestión y 0 emisiones. Este proyecto, cuya puesta en marcha se prevé en un plazo de dos años, tendrá una primera fase que consistirá en una plataforma telemática que informará a los conductores sobres las condiciones de la vía por la que van a circular, aprovechando la capacidad que ofrecen las nuevas tecnologías, en lo que a intercambio de datos en tiempo real se refiere y actuando como interlocutor digital y personal de cada ciudadano. También está previsto llevar a cabo una clasificación de vehículos en función de su nivel de seguridad, que podría tener, incluso, incentivos fiscales.
Automoción 4.0: ¿Cómo conectar con el cliente?
Carlos Hernández, Head of Industry Branding de Google España también hizo un alegato a favor de la digitalización en el sector de automoción, ya que supondrá un incentivo para los usuarios. “El comprador de vehículos ya es un usuario activo digital”, aseguró. Esto significa que ya no va al concesionario a recabar información sobre el vehículo, sino que lo hace a través de Internet. De hecho, un 29% de los usuarios compra el coche sin realizar un “test drive”. Durante el proceso de compra de un coche, un 67% de las personas busca información en su móvil y un 50% ya estaría dispuesto a comprarlo online.
Esto también es una realidad. De hecho, el gigante Amazon ha incorporado coches a su oferta. Opel ha sido pionera poniendo a la venta 20 unidades de su modelo GrandlandX y ya ha realizado la primera venta por este canal.
Los concesionarios deberán incorporar estas tendencias para vender los coches del futuro, tal y como aseguró Fernando González, Channel Partner Development Lead de Microsoft durante su participación en esta II Convención del Motor. Esto significa que “los concesionarios deben poner en el centro al cliente y no al coche. El concesionario es un lugar donde hay expertos en personas, tanto clientes actuales como otros potenciales”, aseguró. Y eso significa también incorporar las nuevas tecnologías conectadas para ofrecer un servicio óptimo. “He buscado por Internet un coche de una marca concreta, que tiene un valor de 72.000€, pero nadie me ha llamado después para ofrecérmelo. ¿Pueden las marcas permitirse el lujo de dejar escapar estos clientes digitales?”, se preguntaba González.
Un nuevo concepto
Todos los participantes en la Jornada coincidieron en afirmar que el concepto de concesionario debe cambiar. “El concepto de punto de información y venta ha quedado atrás. La exposición física debe ser sinónimo de experiencia personalizada”, manifestó Lorenzo Vidal de la Peña, Presidente de Ganvam. Solo de esa manera tendrán un papel relevante ante la nueva movilidad y se complementarán con los restantes agentes, como empresas de “rent a car” o de “carsharing”.
Y es que “las nuevas formas de movilidad todavía no son rentables, pero lo serán a corto plazo”, tal y como manifestó Ignacio Román, Director de Operaciones de EMOV (servicio de movilidad ecológica a través del alquiler de coche eléctrico compartido). Y por este motivo, los concesionarios deben estar preparados para lo que viene.
La importancia de los datos
En todo este universo de conectividad y digitalización, los datos juegan el papel protagonista. Por este motivo, Ganvam está impulsando en Bruselas el marco regulatorio que permita a los concesionarios y talleres acceso abierto a los datos que genere el coche conectado, tal y como aseguró Lorenzo Vidal durante la clausura de la II Convención del Motor.
“El acceso a los datos es la única manera de garantizar el libre mercado y permitir que la distribución pueda rentabilizar su cartera de clientes”, afirmó. De esta forma, dado que solo con un buen manejo y una buena gestión del big data será posible adaptarse a los nuevos hábitos del consumidor, Ganvam defiende un reglamento que no deje a la distribución al margen del “nuevo petróleo”.
Así, en lugar de que la vía de acceso a estos datos sean los servidores de las propias marcas, defiende una plataforma abierta, segura y libre que no limite la capacidad de innovación ni los servicios que vendedores y talleres pueden ofrecer. En opinión de Ganvam, si toda la cadena de valor maneja información transparente sobre los patrones de consumo, se estará favoreciendo una mayor oferta de servicios y, por tanto, precios más competitivos, lo que es una ventaja para el consumidor.
Por otro lado, Vidal de la Peña defendió la digitalización como una oportunidad de negocio para el sector de la distribución, argumentando que las nuevas fórmulas de movilidad basadas en el pago por uso no destruyen el concepto de coche en propiedad, a juzgar por las cifras de ventas, donde este año se espera cerrar con más de 1,2 millones de unidades matriculadas, lo que supone un incremento del 5%.
De esta forma, describió la movilidad como una cadena intermodal, donde existe una solución para cada trayecto y en la que el coche, igual que el transporte público, la bicicleta o el peatón, sigue teniendo un lugar destacado.
Por tanto, la distribución debe asumir el reto de evolucionar y adaptar su estrategia a los nuevos perfiles de cliente, pero sin que esto suponga crear “marginados digitales”. Según Vidal de la Peña, “no cabe un modelo de distribución donde no haya una persona física al final del proceso de compra porque el consumo es onmicanal y hay que tener en cuenta que ante una pirámide poblacional como la nuestra los nativos digitales no serán el 100% de los consumidores futuros. Lo que sí hay que tener muy presente es que el concepto de concesionario como punto de información y venta ha quedado atrás. La exposición física debe ser sinónimo de experiencia personalizada”.