Si preguntásemos a los ejecutivos más destacados de la industria de la automoción, así como a conductores de todo el mundo cuáles serán las tendencias más relevantes en el sector hasta el año 2025, ¿qué responderían? Pues esa es la pregunta que ha planteado la consultora internacional KPMG a 800 ejecutivos de 38 países –incluido España– y a 2.100 conductores, y sus respuestas las ha reflejado en la XVII edición del estudio Global Automotive Executive Survey. La conclusión ha sido clara: la conectividad y la digitalización serán las dos grandes tendencias que marcarán al sector en los próximos años.
Esto supone un salto muy significativo ya que, hasta el año pasado, esas dos tendencias apenas se situaban en el décimo lugar. Sin embargo, hoy en día, tanto ejecutivos de la industria como conductores opinan que serán el elemento disruptivo que ayudará a fidelizar la relación de los consumidores con las marcas de automóviles. “Nada va a ser igual en el sector del automóvil en los próximos años”, ha asegurado Dieter Becker, responsable global de automoción de KPMG, quien ha añadido que “los modelos de negocio, en constante cambio e impulsados por los datos, deben allanar el camino hacia la captación y fidelización del actor principal: el cliente. Convertirse en un proveedor de servicios orientado al cliente adquiere la máxima importancia a la hora de cubrir sus necesidades actuales”.
Lo mismo opina Francisco Roger, socio responsable del sector de automoción de esta consultora, quien afirma que “una buena forma de añadir valor al cliente y ofrecerle experiencias personalizadas es aprovechar la ingente cantidad de datos que producen tanto los propios automóviles como sus conductores”.
Tendencias más importantes en el sector de automoción
Datos valiosos para todos
La conectividad y la digitalización tendrán, indudablemente, un fuerte impacto, no solo en los modelos de negocio actuales de las compañías de automoción sino que liderarán el cambio hacia nuevos modelos en la industria. Los resultados de la encuesta de KPMG de este año indican que el negocio de la automoción se enfrenta a una disrupción sin precedentes en los últimos años. La propia cadena de valor, los ciclos de desarrollo de producto, los procesos de venta y postventa, la relación con los clientes y, en general, todo el modelo de negocio, así como los productos, tecnologías y servicios asociados, se transformarán profundamente con el fin de adaptarse a las innovaciones digitales.
Lo estamos viendo en casi todos los sectores industriales. Los datos –el rastro que vamos dejando continuamente en nuestras interacciones diarias, a través de Internet, telefonía móvil, etc.– se han convertido en un elemento valiosísimo para las empresas, pero también para los consumidores. En el caso del sector automovilístico, los ejecutivos advierten que el uso de datos y la aplicación de ingeniería de la información aún se encuentra en una fase inicial, pero solo es cuestión de tiempo que alcance un desarrollo óptimo.
Es cierto también que los consumidores son conscientes del valor de estos datos y, por ello, van a exigir un beneficio económico a cambio de cederlos. El 82% de los conductores encuestados en el estudio declara que los beneficios económicos obtenidos a cambio de facilitar sus datos es la ventaja más atractiva para ellos, seguida de cerca por los incentivos comerciales y los servicios individualizados y experiencias de usuario dirigidas al cliente. Sin embargo, los directivos de la industria dan prioridad a los servicios individualizados y a la experiencia del usuario durante el ciclo de vida del cliente, así como a los planes de incentivos, por encima de las ventajas económicas en sí. En cualquier caso, el escenario que no contemplan ninguna de las partes es el de no recibir nada a cambio de los datos generados por los vehículos.
Vehículos autónomos y alternativas medioambientales, ejes importantes
Con la capacidad de conducir de forma autónoma (tecnología que se encuentra ya en pleno desarrollo), los vehículos se transformarán en salas de datos móviles, haciendo que las características y los servicios virtuales del vehículo –sus funcionalidades– sean cada vez más relevantes. Por tanto, el crecimiento de la tecnología de vehículos autónomos y los servicios orientados al comportamiento de los clientes hará que los fabricantes de equipamiento original (conocidos como OEMs, por sus siglas en inglés) trabajen para adaptarse a las necesidades de los consumidores a través de la posesión de sus datos de comportamiento. Para el 62% de los directivos del sector encuestados, la tecnología de vehículos sin conductor se convertirá en un importante criterio de elección de los consumidores en los próximos 15 años, en la medida en que permitirá a los consumidores hacer un uso más eficiente de su tiempo. A pesar de ello, todavía el 20% de los consumidores muestran desconfianza ante esta tecnología (por encima de los directivos, señalado por el 9%) al tratarse de una innovación aún desconocida, que no forma parte de sus hábitos diarios ni está adaptada a la legislación vigente.
Tampoco hay que perder de vista este último aspecto, es decir, los aspectos reguladores y legislativos que, como hemos dicho en alguna ocasión, siempre tienen un impacto muy importante en el futuro del negocio de automoción. En particular, lo que más está afectando en la actualidad al desarrollo de la industria es la estricta regulación medioambiental, por lo que la búsqueda de mecanismos alternativos de potencia sostenibles, que reduzcan el impacto ambiental de los coches, seguirá siendo una prioridad.
¿Quién liderará la innovación?
Los ejecutivos encuestados confían en que los fabricantes tradicionales romperán moldes en el futuro. No obstante, al estar viviendo una era altamente digitalizada en la que constantemente aparecen nuevos competidores, los fabricantes parecen ser conscientes de que estas novedades aún no se han reflejado en sus modelos de negocio. En este sentido, un 35% de los encuestados espera que sean las marcas tradicionales de automóviles las que revolucionen la innovación en la industria en los próximos cinco años. Según la encuesta, Toyota y BMW aparecen como los fabricantes automovilísticos más destacados para liderar estos cambios en los modelos de negocio.
Por otro lado, China se convertirá en el laboratorio de pruebas preferido para las compañías. Ya no solo es el mayor mercado para la mayoría de fabricantes, sino que también será el mercado preferido para testar nuevos vehículos, diseños y tecnologías, según apunta un 16% de los directivos encuestados. Le siguen Alemania (para el 11%), Estados Unidos (señalado por un 9%), India (8%) y Japón (5%). En línea con estas respuestas, China y Alemania aparecen como los países donde más invertirán los fabricantes en los próximos años (16% y 11% de las respuestas, respectivamente). Además, el informe revela que, según la opinión de los directivos de la industria del automóvil, Tailandia, Sudáfrica e Indonesia serán los próximos mercados emergentes, tanto para la venta como la producción de vehículos.
A la vista de cómo se están desarrollando los acontecimientos, la industria es consciente de que el éxito en el mercado no vendrá solamente del número de vehículos vendidos, sino también del valor que se le de al cliente durante todo el ciclo de vida y todo ello pasa, sin lugar a dudas, por la adaptación al ecosistema digital. La mayor parte de los ejecutivos de la industria creen que un coche conectado puede generar mayores ingresos durante todo el ciclo de vida que el equivalente a 10 coches no conectados y prácticamente la totalidad de ellos apostará por estas tecnologías.
Ver comentarios (0)